viernes, 27 de abril de 2007

SECRETOS

Nunca conoces realmente a una persona. Todos tenemos secretos que nos empeñamos en esconder bajo capas y capas de aparente normalidad, creando una estética socialmente aceptable de nosotros mismos. Pero cuando esta fachada tan laboriosamente construida se derrumba dejando al descubierto aquello que ocultamos permitiendo a la sociedad señalarnos con el dedo ¿Qué hacer? Qué podemos hacer cuando aquello de lo que nos avergonzamos, aquello que no queremos que se sepa, nuestros vicios, nuestras fantasías ocultas o simplemente el chicle que robamos cuando teníamos seis años es puesto en conocimiento de las personas más cercanas a nosotros de manera abrupta, poniendo de manifiesto nuestra conducta antisocial. ¿Debemos permitir que otros nos juzguen sólo porque por un momento nuestra aparente normalidad ha dejado vislumbrar a la persona real que hay tras esa fachada de convencionalismos sociales?¿podemos condenar a una persona por que no ha sabido construir un muro entre él y los demás lo suficientemente sólido como para no dejar entrever aquello que debe de ser ocultado, por que las circunstancias de la vida han permitido que quede al descubierto sin posibilidad de seguir escondido tras ese muro y se vea obligado a presentarse ante nosotros desnudo y desprotegido? ¿Acaso no somos todos víctimas de lo que ocultamos?

Secretos, absolutamente todos tenemos secretos. De mayor o menor magnitud, sí, pero aún así siguen siendo cosas que por diferentes motivos deseamos que permanezcan escondidas del ojo crítico de los demás aunque en el fondo sabemos que es cuestión de tiempo que alguien lo sepa y una pequeña parte de nosotros quiere que así suceda para liberarnos por fin de la soga estrechamente colocada alrededor de nuestro cuello por nuestros miedos a ser descubiertos.
Alguien en mi familia se ha visto en la obligación de despojarse de su apariencia y mostrarnos aquello que con tanto afán escondía.¿Seré yo quien le apunte con el dedo o le abrazaré e intentaré ocultarlo con mi propio cuerpo de las miradas acusadoras de los demás?

No hay comentarios: